Minuet de la primavera a ciegas.
Se inicia el proceso.
Primero despacio, más lento;
Después será de tono alegre, contento.
¿Sobrevivirá? No se sabe;
¿Morirá? Tampoco es cierto.
Esperará la llegada de una
respuesta.
Uno… ¡plaf!... Dos… ¡plaf!...
Son los pasos a tientas de un alma que no sabe todavía si va
a existir.
No hay ninguna luz que la pueda guiar; no hay pared o muro
en el que sostenerse; apenas tiene un atisbo de esperanza al que pueda
agarrarse.
Será esta la primera vez que se encontrará con la Muerte
cara a cara. Solamente parte de dos opciones:
Si supera esta prueba iniciará un largo camino hacia la
vida; sino será su única y última jugada.
Intentará pasarla, pues sabe que este encuentro puede ser
solo un saludo, del segundo ultimátum ya no hay retorno.
Lucha. Lucha con todas sus fuerzas para demostrar que es
digna de vivir, que merece el aliento de la existencia…
Sobrevive, sí. Ha conseguido salir a flote. Ha superado la
prueba. Grita sin voz de alegría, porque sabe que va a vivir.
Tres… ¡plaf!...Cuatro… ¡plaf!...
Se cae muchas veces, no mantiene aún el equilibrio, no sabe
dónde ir, desconoce el camino…pero, ¿el camino adónde? Aún sigue sumida en la
incertidumbre, sin nada.
Palpa unas paredes inexistentes en las que no se sujeta. Se
para. Se sienta en un mar de dudas. Intenta emitir sonido, no lo logra, todavía
no hay palabras en su vocabulario…
Se tumba apoyada en una almohada de tinieblas en las que no
penetra luz. No hay cielo, no se aprecian ni estrellas, ni luna, ni está guiada
por un Sol… Duerme.
Despierta de su sueño hibernal. Su desnudo cuerpo se
estremece al percibir un viento suave, más frío que cálido. No sé sabe de donde
procede.
Por fin empieza su principio. Primero poco a poco, pero
enseguida muy rápido los pétalos de los capullos de sus sentidos se desperezan.
A pesar de eso, aún no puede ver nada, aún no brilla con
toda la fuerza su Sol…
El delicado viento nos trae a una primavera que comienza con
su alegre baile de la esperanza, aunque se mueve despacio, casi lenta, para
poder guiar a la nueva criatura a la senda de la vida.
Juegan. No sé sabe muy bien a que, pero se divierten juntas.
Mientras, más y más pétalos de todas las formas y colores
llenan el suelo del que ya se desvanecen las dudas y las tinieblas.
Nuestra alma sigue moviéndose a tientas a lo largo de esta
alfombra floral.
De repente comienzan a escucharse cantos. Estos son bellos y
fuertes cantos que intentan atraer a esta alma a la vida.
Comienza a sonar un minuet en una tonalidad mayor.
La primavera salta, y todo se llena de gozo y júbilo.
Estalla su mundo en risas, en alegres gritos de felicidad. Nuestra alma baila
también…
Pero pronto se detiene y contempla que sigue sin salir el
Sol.
Puede que no lo vaya a ver nunca. Puede que por pereza no
haya querido abrir los ojos, o simplemente puede que se haya retrasado a
observar el baile…
Se despierta en la noche sin fin.
Mira, palpa pero no sabe adónde ir.
La primera prueba con la Muerte espera.
Solo escucha el minuet a ciegas de la primavera.
Sin palabras... y yo sin saber que habías escrito estas maravillas!! Tengo que leer el resto. Jo, tus palabras escritas brillan Ángela 💜💜💜
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